Vidal Pérez López, uno de nuestros alumnos del Máster de Viticultura y Enología, ha decidido emprender en el sector. Amante del campo y la viticultura, Vidal ha puesto en marcha el proyecto ‘Microbodega 4 verticilos’, que persigue impulsar el desarrollo rural a través de la recuperación de los valores tradicionales del entorno. Alrededor de 5.000 botellas de vino rosado de calidad, de estilo provenzal, conforman su producción.
¿Por qué te decidiste a emprender?
Desde pequeño, he trabajado la viticultura en general. Además, siempre he querido emprender. Me gradué en agrónomos en Albacete y curso el Máster en Viticultura y Enología de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Tomé la decisión de poner en marcha ‘4 Verticilos’ porque consideré que contaba con las capacidades y conocimientos para ello.
¿Qué te llevó a decidirte por el rosado?
Antes de poner en marcha el proyecto, llevé a cabo un estudio de mercado y pude ver que los rosados no estaban muy explotados. Se les considera un subproducto de la elaboración del tinto, pero no lo son. Existen variedades autóctonas de uva, como la cencibel o la bobal, que producen un vino rosado de muy buena calidad.
¿Cómo vas a distribuir las botellas?
El vino saldrá a la venta en verano, puesto que es un producto fresco ideal para esa estación. Quiero aprovechar todo el conocimiento que el Máster nos transmite para llevar a cabo una venta directa al público. En este caso, restauradores y consumidores. Las catas en bodegas, las visitas a casas comerciales o las catas maridadas son formas de promocionar el producto.
¿Qué te parece la situación actual del mercado del vino?
La elaboración de vinos a granel sigue siendo nuestro gran hándicap. El vino que se vende muy barato arrastra a quienes tratamos de venderlo a un precio razonable. Se debe reducir la producción en pos de mejorar la calidad, invertir en el campo, en la bodega y, sobre todo, en conocimiento. Para trabajar el campo es necesaria una formación. El ámbito rural se considera una actividad secundaria porque no sabemos darle valor añadido.
¿Cuál es el valor añadido del vino de ‘4 Verticilos’?
Mi proyecto pretende diferenciarse, lo que implica cuidar todo el proceso y apostar por las técnicas manuales. Vertebramos valores locales y producimos un impacto ambiental mínimo, porque apostamos por el comercio local de proximidad. La uva que incluimos en la bodega es de producción propia. Ese control sobre el producto inicial y final me permite ofrecer un vino de gran calidad.